Un nuevo relevamiento sobre la evolución territorial del Área Metropolitana de Mendoza (AMM) confirma una tendencia clara: entre 2018 y 2024, la superficie urbanizada creció un 8,3%, lo que representa un total de 18,4 km² añadidos a la mancha urbana. El dato se desprende del informe elaborado por la organización Tejido Urbano, a partir de imágenes satelitales y proyecciones demográficas.

Actualmente, el AMM alcanza los 239,7 km² de superficie urbanizada, lo que equivale a unas 23.970 hectáreas. El crecimiento anual se asemeja a sumar, cada año, el área cultivada del Parque General San Martín o una vez y media el barrio de Puerto Madero en Buenos Aires.

Los municipios que más crecieron en términos absolutos fueron Luján de Cuyo (6,8 km²), Maipú (3,9 km²), Guaymallén (3,5 km²) y Las Heras (3,3 km²). En cambio, los distritos más consolidados -como Capital y Godoy Cruz- mostraron un crecimiento inferior a 1 km².

Analizando el crecimiento relativo respecto a la superficie urbanizada en 2018, se destaca nuevamente Luján de Cuyo, que amplió su mancha urbana en un 15,2%, seguido por Maipú (11,3%) y Las Heras (11,1%). Estas cifras reflejan ritmos de expansión superiores al 1,5% anual, una dinámica que plantea interrogantes sobre la planificación territorial y la eficiencia del uso del suelo.

En paralelo al crecimiento físico de las ciudades, el informe también analiza la variación poblacional en las zonas urbanas. En ese mismo período, la población urbana del AMM creció un 5,6% (casi 60.000 personas), a una tasa del 1% anual. Los municipios con mayor incremento fueron, nuevamente, Luján de Cuyo (14,4%) y Maipú (10,3%), mientras que Godoy Cruz apenas registró un 0,7%.

Sin embargo, el crecimiento urbano no vino acompañado de una mejora en la densidad. Todo lo contrario: la densidad promedio del AMM bajó de 4.765 habitantes por km² en 2018 a 4.646 en 2024. Las Heras y Guaymallén fueron los distritos que más perdieron densidad, mientras que Capital logró incrementarla levemente, y Godoy Cruz se mantuvo estable.

Desde Tejido Urbano advierten que la expansión horizontal -forma predominante del crecimiento metropolitano- acarrea consecuencias negativas para la sustentabilidad. Entre ellas, se cuentan el uso ineficiente del suelo, el aumento en los costos de provisión de infraestructura y servicios, y la presión sobre zonas productivas o ambientalmente sensibles.

El informe concluye que el AMM se sigue expandiendo, pero con patrones de baja densidad y fuerte consumo de suelo. Esta dinámica exige una revisión profunda de las políticas de planificación urbana si se pretende evitar mayores desequilibrios territoriales en el futuro cercano.